lacalore: 2005.12

La semana pasada, los enviados especiales de La Calore estuvieron en el concierto de Dream Theater en la Pista Atlética del estadio nacional, con un desbordante público y una puesta en escena como nunca antes se había visto en la banda. Para nosotros fue una experiencia llena de mística y admiración, porque si bien el virtuosismo fue el invitado principal, la entrega, la potencia y la emoción fueron los condimentos para hacer del concierto una noche realmente inolvidable. John Myung, que siempre toma características de vegetal en el escenario, se atrevió esta vez, animando y arengando al público con una energía que se traspasaba en todas direcciones.

Labrie cantó como nunca, llegando a tonalidades donde siempre le habíamos encontrado reparos, pero fué todo un frontman, a la altura de las circunstancias, incluso con una participación instrumental mayor a la habitual. Por su parte, Petrucci estuvo soberbio en su interpretación, al igual que Rudess y Portnoy. Este último estaba muy emocionado por la increíble recepción del público. Ahora sólo esperamos que vuelvan y nos sorprendan más que esta vez, aunque la vara quedó altísima.

Dentro de la misma semana, el jueves 8 en el galpón Víctor Jara, tuve la oportunidad de estar en el concierto que dió Marky Ramone, el último sobreviviente de la mítica banda The Ramones, lo más grande del punk-rock neoyorkino. Se acompañó de un cantante argentino que se mandó una gran performance como Joey Ramone, del guitarrista de Fiskales Ad Hoc y el bajista de Los Mox!. La verdad es que me emocionó la devoción con que los fans de la banda ( no los pendejos ni los idiotas que se dicen punks) corearon todas y cada una de las canciones de los Ramones. Había desde cuarentones hasta quinceañeros con sus padres en la tocata, lo que habla de la trascendencia de la banda y de sus integrantes, los que lograron aglutinarse como una gran familia, renunciando a sus nombres para adoptar el apellido Ramone (que es el apellido de incógnito que usaba Mc Cartney desde los tiempos de los Beatles), y ganándose al público a base de acordes sencillos y letras pegajosas, al estilo del Bubble Gum de los 50's.

Realmente fue una semana que recordaré por muchísimo tiempo, donde pude apreciar dos extremos musicales, el virtuosismo de músicos educados y geniales, y la sencillez y crudeza del garage-punk de culto. Gracias a la vida por la oportunidad!!!. Saludos y nos vemos pronto..................y que viva el Rock'n Roll!!!!